martes, 25 de diciembre de 2012

MEDITACIÓN ANTE LA NOCHEBUENA


                                                 

                          I

Otro año más… llega la Nochebuena,                                    
y es la nieve puro manto de armiño.                                           
Otro año más... el turrón y el pestiño,                                              
villancicos, regalos y gran cena. 
                              
Nace Jesús, de una blanca azucena,
en esta noche de “paz y de cariño”.
Otro año más… que Dios vuelve a ser niño
y viene a redimir nuestra condena.

Y así desde el principio de nuestra era,
un año y otro más… siempre naciendo
para dar redención a los humanos.

Y ha de seguir, en cada primavera,
un año y otro más… siempre muriendo
sin ver que nos tratamos como hermanos.

                         II                                                                 
                                                                                            
Si Dios se hizo mortal para salvarnos,                                   
encarnándose en Virgen galilea,                                           
-como lo predijera ley hebrea-
y sufriendo martirio por amarnos…

¿Por qué no hacemos votos de enmendarnos?
¿Por qué no realizar lo que Él desea?
Procuremos que desde el cielo vea
cómo los hombres dejamos de matarnos.

Que se acabe la guerra y el racismo,
el hambre, la injusticia y el horror,                                                   
la discriminación y el terrorismo.

Consigamos otro mundo mejor,
un mundo en que no reine el egoísmo
y nuestro baluarte sea el amor.


                        III

Que no haya más familias destrozadas,
sumidas por la guerra en desventura;
ni que las bombas siembren la amargura,
ni dejen más personas mutiladas.

Por tantísimas lágrimas lloradas,
 por el dolor de tanta criatura, 
¡oh buen Jesús!, cambia la pena oscura                                                                   
por serenas y claras alboradas.                                                           

Que regrese el consuelo y la esperanza,
la fe, la libertad y la alegría,                              
y que tu nacimiento sea alianza

de paz, entendimiento y armonía.
Contigo vengan vientos de bonanza
que borren el sendero a la agonía.


                        IV

…Y ya se hizo tangible su presencia,
-entre pajas está el recién nacido-
la ternura con Él ha florecido,
llenándose la tierra con su esencia.

El mismo Dios somete su existencia                                         
a su carne mortal. Llora aterido.
María, con sus brazos, le hace un nido
y, entre besos, el lloro le silencia.

Acercándole el pecho lo amamanta,
en tanto que, José forja una cuna
para que duerma en ella el Redentor.

…Y una brisa de amor que nos levanta
el corazón, anuncia la fortuna:
de que en el mundo está nuestro Señor.


             V

¡Reine la alegría!                                   
¡Reine la ilusión!
Que en Belén ya nace
el Niño de Dios;
y nos trae a todos
PAZ Y REDENCIÓN.

Toda la ternura
que Él nos infundió,
que anide por siempre
en el corazón;
para que llenemos
el mundo de AMOR.

Que sea NAVIDAD
en nuestro interior.
No olvidemos nunca,
que en cualquier lugar
y todos los días
nace el Redentor.

© Carmen Aguirre

1º PREMIO CIUDAD DE MELILLA (NAVIDAD 2004)

domingo, 16 de diciembre de 2012

IN MEMORIAM a Rafael Alberti


Hoy, día 16 de diciembre se conmemora el 110 aniversario del nacimiento del poeta Rafael Alberti, nacido en el Puerto de Santa María, Cádiz, en 1902, y fallecido el 28 de octubre de 1999.
En su momento le hice este poema, que hoy, en homenaje a su memoria, he querido traer a este blog.




MARINERO AL FIN

El mar, que tanto amaste…
ya te aguarda.
El mar de tu bahía…
ya te espera.

Tus cenizas se fundirán
con la arena del fondo,
junto a las caracolas,
y allí reposarás, hecho canción.

Cada noche te besará la luna,
y la mañana te vestirá de azul.

Reposa en su inmenso seno,
arrullado por los cantos
de las verdes sirenas.

Ya que tanto lo amaste en vida,
descansa en él desde la muerte.

Por siempre en paz.
Marinero (al fin)
entre las aguas.

© Carmen Aguirre
29 de Octubre de 1999





PEQUEÑA Y DULCE DESPEDIDA 

MÚSICA DE AURORA ESCALES

jueves, 13 de diciembre de 2012

SINFONÍA DESCONSOLADA


Ruedo en la rueda...
sigo rodando interminablemente,
mientras un acordeón
suena en mi estómago.


Uno, dos...
se contrae y se expande
en una danza loca
de acordes discordantes.
Uno, dos...
vuelta a empezar.


Ruedo en la rueda,
sigo rodando                                                    
                                                              

Esta música
me muerde las entrañas.
Me desnervia los nervios
con sus notas
que arañan como gatos.

    © Carmen Aguirre