¡“Aquí tenéis al Hombre”!,
–dijo Poncio Pilatos,
mostrando al pueblo
a Cristo escarnecido.
¡“Aquí tenéis al Hombre”!,
¡vedlo herido!
Su espalda está quebrada
por treinta latigazos,
y la sangre le corre
por su torso bendito.
¡“Aquí tenéis al Hombre”!,
lleva manto de púrpura,
una caña por cetro
y corona de espinos:
ya que así lo proclaman
ya que así lo proclaman
el rey de los judíos.
¡“Aquí tenéis al Hombre”!...
mas tengo que deciros:
“que no hallo en él, delitoalguno cometido”.
con ánimo sereno
espera el veredicto:
la Humildad tatuada
en su rostro divino.
¡“Aquí tenéis al Hombre”!
¡Haced lo que queráis…
yo no encuentro delito!
©Carmen Aguirre
Poema publicado en el libro:
"La Pasión de Málaga" 2006