sábado, 30 de enero de 2016

ENTRE DOS































CARTAS A DUO

(Romance heróico)

Carta del otro lado 

Querida, queridísima, amor mío.
Te mando por Hotmail esta misiva
y quedo de este modo más tranquilo:
Correos no me ofrece garantías
(pues no hay sellos, aquí) que en el camino
el sobre no se pierda y lo recibas.
Ya sabes que te añoro. Mas no pido
que vengas, Dios me libre, de visita.
Me basta con saber que sigo vivo
(tal vez) en tu memoria (si estás viva).
Si no, si ya estás muerta y un vecino
te lleva al cementerio mis noticias,
podríamos quedar (¿quizá el domingo?)
y hacernos unas cañas y unas risas.
Tú escoges el lugar. Pero yo invito.
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PD. – Contéstame, romántica Marisa.
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Manolo González

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Carta desde este lado

Querido, queridísimo Manolo:
Te mando la respuesta a tu misiva,
pues me llegó tu carta por Hotmail
desde tu “más allá” hasta mi orilla.
Puedes quedar tranquilo…, la encontré
entre un montón de spam, ( bien escondida),
que tienen mi correo colapsado
y, el pobre, ni furula ni me pita.
Te he de decir, amor de mis entrañas,
que echo mucho de menos tus caricias,
que al igual que me añoras yo te añoro
y que pensando en ti paso los días…
Mi consuelo es saberte descansando
del mortal ajetreo de la vida;
y al pensar que tú estás divinamente
se me pasa al instante la morriña.
También voy enseguida a referirte,
–puesto que te dará mucha alegría–
que sigo aquí vivita y coleando…
y, sin morir, de muerte estoy divina,
pues me sale mi lado más marchoso
y me marcho a bailar con mis amigas.
Por último añadir, Manolo mío,
que obvio la invitación a las cañitas,
(que eso de visitar el cementerio
siempre me ha dado a mí bastante grima)…
Espérame sentado, o bien tendido,
hasta que el que está arriba pase lista.
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PD. – Mientras llega la hora del encuentro,
encargo para ti cuarenta misas.
No te olvides, mi bien, que te recuerdo…
aunque me confundieras con Marisa.

Carmen Aguirre
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30/ 11/ 2015