viernes, 27 de abril de 2018

¿Existimos acaso? Corona Nº 1 (Sonetos Alejandrinos)



Grupo: Malditos Bastardos

¿Existimos acaso?
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Soneto madre

¿Qué le pides al mundo? ¿Qué te exige la vida?,
¿Tiene acaso importancia nuestro aliento fingido?
¿Qué energía te otorga la virtud erigida
sobre vanas palabras en un tiempo perdido?
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¿Qué sentido poseen, tanto el alma y la mente,
para el diáfano caos de la ignota existencia?
¿Somos locos pensantes en un cosmos demente?
¿Qué venturas ofrece la molesta conciencia?
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¿Quién gobierna el futuro si no existe el pasado?
¿Son los ínclitos dioses el destino tajante?
¿Somos sólo el presente de una historia cantada?
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¿Qué produce el amor? ¿Qué supone el pecado?
¿Qué te ofrece la droga? ¿Cuánto vale un diamante?
¿Es, quizá, nuestra muerte el silencio en la nada?
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Marcos Circenses 
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I
¿Qué le pides al mundo? ¿Qué te exige la vida?
¿Qué te silba el instinto cuando prende una llama
y se chamusca todo y se pudre la herida
y se apodera el fuego de tu impúdico drama ?
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¿Qué dolores mitigas?, ¿a cuáles haces frente
cuando sangra por dentro el temblor del hermano?
¿Qué deseos perturban tu afán concupiscente
mientras cruzan las balas del siguiente villano?
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En el vientre materno, percibimos rumores
impregnados de arpegios, y llegamos al mundo
con las manos vacías aspirando el sentido
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de ese intrépido abismo que nos mata de amores.
Pero todo es un sueño que se esfuma al segundo.
¿Tiene acaso importancia nuestro aliento fingido?

. Teresa Fernandez
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II
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¿Tiene acaso importancia nuestro aliento fingido,
cuando nada en el mundo te alienta a proseguir?
Si el fingimiento puede borrar el sinsentido,
tal vez no me importara el dejar de fingir.
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Pero, ¿cómo lo hacemos? ¿cómo obviar lo palpable?
La vida es el azar que conlleva la guerra,
y nos va encaminando hacia lo inevitable,
hasta cerrar el círculo en que el vivir se encierra.
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¿De qué sirve ocultar tantas cavilaciones,
si el hombre se debate entre el ser o no ser
de la duda perenne, sin hallar la salida?
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Si divaga la mente, y no encuentra razones…,
quisiéramos ser dioses, para intentar saber
qué energía te otorga la virtud erigida.
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Carmen Aguirre  
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III
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¿Qué energía te otorga la virtud erigida
si la virtud en sí es poco valorada?
Si crees tener todo, es mala esa jugada
pues sólo ganarás tu eterna despedida.
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¿Dime por qué el amor a veces se te olvida?
¿Por qué, la que te espera, por ti no es visitada?
En ello no hay virtud. ¿Tu fuerza está cansada?
Medítalo, si hay tiempo, antes de tu caída.
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El verbo que predicas no tiene predicado,
de boca para afuera no servirá de escudo
porque tu amor, bien sabes, jamás tuvo sentido.
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Ni cuenta te darás cuando te hayas marchado
y al final del ocaso meditarás desnudo
sobre vanas palabras en un tiempo perdido.
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Amelia Blanchard
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IV
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Sobre vanas palabras en un tiempo perdido,
dos cuerpos, frente a frente, esconden la tristeza,
agrietando, el silencio del alba, su latido,
bajo la eterna siembra de la oscura pobreza.
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Empapado de angustia, con el llanto rendido
por la propia exigencia de un mundo sin nobleza,
con el último aliento, forjaré lo prohibido,
dando luz a mi vida en toda su pureza.
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Doliente desamparo en mis horas de duelo.
Una luz en mi pecho anuncia el nuevo día
y se alzará mi voz en llamas lentamente
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libre de toda traba como la nieve, el hielo,
repudiando al titán de mi dulce agonía.
¿Qué sentido poseen, tanto el alma y la mente?.
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Manolo Gimeno Cervera
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V
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¿Qué sentido poseen, tanto el alma y la mente
como el odio, la rabia, el amor y el deseo?
¿Dónde queda aquel verbo que se guarda silente
y que muerde en el gesto de un fugaz parpadeo?
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¿Qué importancia tendrán la alegría, el delirio
de una piel que nos quema, un segundo de gloria
cuando son muchos más de dolor y martirio
en una eternidad que es, quizá, nuestra historia?
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¿Hay un orden que oriente de la vida su norte
y nos ponga en la ruta un montón de señales
y disfute retar nuestra torpe inocencia?
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¿O vivimos perdidos sin motivo que importe
entre miles de puntos diferentes e iguales
para el diáfano caos de la ignota existencia?
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Helena Restrepo
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VI
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Para el diáfano caos de la ignota existencia,
busqué respuestas entre confusas direcciones
intentando tener señales de tu esencia,
mas sucumbí a la bruma de credos y opiniones.

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¿Será que somos mentes de luz y de violencia?,
¿quizás, el borrador de un cuento, al que te opones,
llevados por la ira de esa fatal creencia?
¡Qué en mis oscuros sueños, tu voz y alma me dones!

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No quiero ser enigma que resulte perverso,
me quedaré desnudo y empezaré a vivir,
levitando entre nubes, pecaminosamente,

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sin cadenas, sin penas, quedando siempre inmerso
en un cielo sin Dios, para sobrevivir,
¿somos locos pensantes en un cosmos demente?
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Diana Santiago
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VII
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Somos locos pensantes en un cosmos demente,
egocéntricos seres, la letal marabunta
que, anegada de orgullo y de filtros carente,
ni a la tierra protege ni a los hados pregunta.
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La patética sombra de una estrella distante,
una mota de polvo en el denso vacío,
la minúscula huella, tan insignificante
como breve el instante del fugaz albedrío.
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Sin embargo, vivimos coronados de ego
y elegimos la sangre y el puñal y la espada
por seguir directrices de una absurda querencia.
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Pues quien osa romper una regla del juego
se somete a los juicios de la fiera manada.
¿Qué venturas ofrece la molesta conciencia?
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Mar Garcia
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VIII

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¿Qué venturas ofrece la molesta conciencia,
si sabemos que Dios es solo una invención?
Sin Supremo Hacedor, ni su absurda presencia,
desaparece 'El Juicio', condena o salvación.
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¿A qué se debe entonces esa necesidad
de tenerla serena, sosegada y tranquila?
Arrincónala a un lado, siente la libertad
de saltarte las leyes cuando nadie vigila.
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Te aconsejo que nunca te atormente el recuerdo,
aunque el mundo lo llame desvergüenza y cinismo
que la mala conciencia no dura demasiado.

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El destino es quimera, tú presérvate cuerdo,
todo lo acontecido es un mero espejismo.
¿Quién gobierna el futuro si no existe el pasado?
.
Rufino Garcia Alvarez
.
IX
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¿Quién gobierna el futuro si no existe el pasado?
Qué importa lo que el tiempo ha escrito en mi memoria
si, tal vez, el presente ya esté predestinado
o decida el azar tu fracaso o victoria.
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Transito por el vértigo de la invisible meta
-que a veces me conduce al borde del abismo-,
y dudo si es el viento quien guía la veleta,
o soy yo quien decido mis pasos por mi mismo.
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Ignoro qué timón gobierna mi universo
y qué estrella ilumina mi errante caminar
hacia el azul edén o al infierno de Dante.
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Quién sabe qué escribano da forma con su verso
a la insondable senda que habré de transitar...
¿Son los ínclitos dioses el destino tajante?

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Azarías DLeyre
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X
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¿Son los ínclitos dioses el destino tajante
para el hombre que espera de la muerte el descanso
en la ciénaga dulce de la nada triunfante
o tan sólo exabrupto dicho a boca de ganso?
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Preguntad a la infancia por un tiempo infinito,
al mendigo que implora con un hambre creciente,
al idiota pedidle que se torne erudito,
a quien duerme entre plumas, un deseo corriente.

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Perseguidos por aire en la estrella de oro,
entelequia imprecisa de un silencio sonoro.
De una extraña creatura la existencia soñada,
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un ciclón explosivo que en el sueño se quiebra
y en las voces del bardo y en el hilo que enhebra
somos sólo el presente de un historia cantada.
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Enrique Sabaté
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XI
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¿Somos sólo el presente de una historia cantada?
¿Tenemos el empuje que a diario precisamos?
¿Vemos de gran altura lo que desarrollamos,
o puede parecernos la idea desnortada?
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¿Lo que estamos haciendo, nos gusta ya de entrada,
o quizá en la andadura satisfechos no estamos?
¿Tenemos las agallas dónde nos las notamos?
¿Porque entonces, si así es, la empresa va sobrada?
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¿Si viento en popa parte la nave hacia buen puerto?
¿Será que ya en origen se divisaba abierto
el camino a seguir en un mar despejado?
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¿Qué travesía llana? ¿Qué ruta preferida?
¿Con qué carta de todas, ganarás la partida?
¿Qué supone el amor? ¿Qué supone el pecado?
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Manuel Mejía Sánchez-cambronero
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XII
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¿Qué produce el amor? ¿ Qué supone el pecado?
Es, tal vez, el amor la inocencia suprema,
esa chispa que enciende el deseo apagado
e ilumina de risas la ecuación de un problema.
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¿ Cuánto tarda el pecado en quemar la cordura
de una vida tranquila sin maldad ni rencores?
Un instante, un momento, una eterna andadura
de mentiras y aciertos, de infinitos temores.
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El amor, el pecado, esas fuertes premisas
que mantienen en vilo nuestras almas humanas
e ignoran el “porqué” de una duda constante,
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que no encuentra respuesta en un mundo de prisas
ni en preguntas concretas, hostiles y mundanas,
¿que te ofrece la droga? ¿cuanto vale un diamante?
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Tere Bas
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XIII
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¿Qué te ofrece la droga? ¿Cuánto vale un diamante?
¿A qué apuestas tu vida? ¿ Dónde está tu destino?
Todo es un gran misterio, enorme interrogante
que nace en la cordura y se apaga en el vino.
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Encuentra la miseria su punto culminante
cuando el mundo te ofrece su sitial más mezquino,
y se crece en sí misma como dama importante,
y te ofrece el reinado de su reino cochino.
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Y, en un vacío inmenso, la soledad se arrima,
y cesa la existencia sin haber comenzado,
cual víctima inocente de una fosa anunciada.
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Y se apaga el aliento cuando muere la estima,
quedando solo un cuerpo abatido y cansado.
¿Es, quizá, nuestra muerte el silencio en la nada?
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Luis Salvador Trinidad
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XIV
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¿Es, quizá, nuestra muerte el silencio en la nada?,
¿resistir bajo el cielo nos merece la pena?,
¿quién dirá que existimos en la antigua alborada
cuando somos la sombra de una gota en la arena?
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¿Es que el alma se eleva del falsario reposo?,
¿puede ser que alberguemos un espíritu eterno
más allá del latido que se pudre en el foso
y se escape de golpe del auténtico infierno?
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¿Es aquí donde azota la fatal pesadumbre?,
¿es, tal vez, la caldera del fogón de la lumbre
donde el ánima sufre la siguiente mordida?
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Esta duda inquietante se desarma en opciones
mientras vuelve la mente con las mismas cuestiones:
¿qué le pides al mundo?, ¿qué te exige la vida?
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María Rosales Palencia  
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