I
Otro año más… llega la Nochebuena,
y es la nieve puro manto de armiño.
Otro año más... el turrón y el pestiño,
Nace Jesús, de una blanca azucena,
en esta noche de “paz y de cariño”.
Otro año más… que Dios vuelve a ser niño
y viene a redimir nuestra condena.
Y así desde el principio de nuestra era,
un año y otro más… siempre naciendo
para dar redención a los humanos.
Y ha de seguir, en cada primavera,
un año y otro más… siempre muriendo
sin ver que nos tratamos como hermanos.
Si Dios se hizo mortal para salvarnos,
-como lo predijera ley hebrea-
y sufriendo martirio por amarnos…
¿Por qué no hacemos votos de enmendarnos?
¿Por qué no realizar lo que Él desea?
Procuremos que desde el cielo vea
cómo los hombres dejamos de matarnos. Que se acabe la guerra y el racismo,
el hambre, la injusticia y el horror,
la discriminación y el terrorismo.
Consigamos otro mundo mejor,
un mundo en que no reine el egoísmo
y nuestro baluarte sea el amor.
III
Que no haya más familias destrozadas,
sumidas por la guerra en desventura;ni que las bombas siembren la amargura,
ni dejen más personas mutiladas.
Por tantísimas lágrimas lloradas,
por el dolor de tanta criatura,
¡oh buen Jesús!, cambia la pena oscura
por serenas y claras alboradas.
Que regrese el consuelo y la esperanza,
la fe, la libertad y la alegría,
y que tu nacimiento sea alianza
de paz, entendimiento y armonía.
Contigo vengan vientos de bonanza
que borren el sendero a la agonía.
IV
…Y ya se hizo tangible su presencia,
-entre pajas está el recién nacido-la ternura con Él ha florecido,
llenándose la tierra con su esencia.
a su carne mortal. Llora aterido.
María, con sus brazos, le hace un nido
y, entre besos, el lloro le silencia.
Acercándole el pecho lo amamanta,
en tanto que, José forja una cunapara que duerma en ella el Redentor.
…Y una brisa de amor que nos levanta
el corazón, anuncia la fortuna:
de que en el mundo está nuestro Señor.
V
¡Reine la alegría!
¡Reine la ilusión!
Que en Belén ya nace
el Niño de Dios;
y nos trae a todos
PAZ Y REDENCIÓN.
Toda la ternura
que Él nos infundió,
que anide por siempre
en el corazón;
para que llenemos
el mundo de AMOR.
Que sea NAVIDAD
en nuestro interior.
No olvidemos nunca,
que en cualquier lugar
y todos los días
nace el Redentor.
© Carmen Aguirre
1º PREMIO CIUDAD DE MELILLA (NAVIDAD 2004)
Te felicito por estos cuatro sonetos y por el villancico y, cómo no, por ese premio que me parece bien merecido.
ResponderEliminarGracias por tu visita y tus palabras.
Feliz 2013
Saludos y poesía
Gracias Trini, es un placer verte por el filo....
ResponderEliminarMe alegro te haya gustado
Un abrazo y feliz Año Nuevo